Casa Pinar, se interpretó como un experimento de recuperación artesanal, en donde los materiales y las estrategias de diseño se basaron en la búsqueda del vínculo, arquitectura y naturaleza.
Un entorno rodeado de grandes pinos, la ejecución de un nuevo porche de madera y la reinterpretación del volumen inicial como elemento de lectura horizontal que potencie esa relación con el exterior.
¿Cómo incorporar una escalera y hacer de ella el núcleo principal de la vivienda?
Se reinterpreta la pared como un muro de un metro de espesor capaz de contener distintas funciones, convirtiéndolo en un “muro activo”. Por un lado, las escaleras se tallan en el propio muro como si de una excavación se tratara, compartiendo materiales a base de mortero de cal e incorporando peldañeado de madera en su tramo longitudinal con el fin de otorgar calidez a la vivienda gracias al sonido generado por este material.
La barandilla, elemento meramente de seguridad, se plantea de la forma más ligera y liviana posible, haciendo de ella un recurso sin protagonismo basado en su sencillez y simplicidad, de ahí su elegancia.
Las encimeras se ejecutan de obra con el mismo material que el solado para unificar diseño. Los accesorios como lavabo, grifería o espejo son entendidos como detalles clave para que unifiquen el diseño del conjunto. Por este mismo motivo se decide prescindir de mampara de vidrio y se ejecuta de obra dando continuidad a cada pared y revestimiento. El mortero de trabadillo adquiere un papel importante tanto funcional como estéticamente. Una vez más el factor artesanal, un papel protagonista en un proyecto de ámbito rural.