En esta vivienda tradicional se proyecta como un nuevo concepto de vivienda temporal, donde el paso de los años permiten que sus espacios y usos se adapten a sus usuarios de forma paulatina.
La organización en torno al espacio común principal, permite crear una nueva manera de entender el hogar como un entorno cambiante cada día en una familia y sus actividades cotidianas.
Una vivienda cambiante, que se adapte a la evolución familiar, al paso del tiempo, a las necesidades nuevas…
La capacidad de hacer espacios reconvertibles es la clave del éxito de esta vivienda, permitir reconectarlos en un futuro sin la necesidad de comenzar de nuevo un proyecto diferente.
La cocina es el centro que articula toda la vivienda como si fuera una circunferencia, permitiendo, por otro lado, que este uso encuentre su propio espacio, siendo al mismo tiempo parte del resto. Como si estuviese excavada en la trasera del mueble recibidor de la vivienda, con un acabado único, que no se descubre hasta adentrarse por completo en ella.
