Con la mente puesta en la normalidad. Desde el altillo Desde nuestro anterior número ha pasado algo más de tiempo de lo que nos hubiese gustado pero, afortunadamente, el trabajo y sus obligaciones han necesitado de nuestra total concentración para conseguir que cada proyecto quede incluso mejor de lo inicialmente pensado.
Altillo, poco a poco, se hace hueco como publicación de referencia entre nuestro entorno más cercano y con ello, queremos concentrar este número en aportaros un pequeño empuje hacia la normalidad, aquella que tanto añoramos. Poco a poco recuperamos algunas libertades, sobre todo en nuestras ciudades pero, algunas otras, tardarán en volver y para ello, dice el refrán que al mal tiempo, buena cara.
La cercanía con la naturaleza nos aporta una mejora total en nuestra manera de vivir, en nuestras costumbres y por ende, en nuestro entorno. Desgraciadamente, este se ha visto reducido a nuestra comunidad, nuestra ciudad, nuestro barrio o incluso, nuestro hogar. Por ello, es importante que nuestra vivienda reúna todos aquellos elementos necesarios para que la convivencia en el día a día sea lo más positiva posible.
Ya lo hemos comentado muchas veces, pero, parece mentira que las limitaciones sanitarias y políticas sean las que nos hagan pensar en recuperar los balcones y terrazas de nuestras casas, porque al fin y al cabo, todos, necesitamos nuestra vía de escape.